modulo 6. ACTIVIDADES
ACTIVIDAD #1. Monólogo #1. La vida es sueño.
Paso 1. Leer lo siguiente y considerar las preguntas. Bueno, la historia quedó a la mitad, pero ya verán por qué. Cuando le dijeron a Segismundo que todo había sido un sueño, y que se soñó que era príncipe, heredero al trono, y que había sido rey, esto fue lo que el pobre Segismundo dijo: [...] la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; [...]. Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; [...] y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son. —Pedro Calderón de la Barca. La vida es sueño. Vocabulario básico de ayuda
Paso 2. Considera y responde a las preguntas. ¿Qué significaría que Segismundo tuviera razón? ¿Estamos soñando ahora? Si estuviéramos soñando, ¿lo sabríamos? ¿Podemos estar seguros de que esto (esta clase, esta vida, la cuarentena) no es un sueño?
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ACTIVIDAD #2. Monólogo #2.
Paso 1: Lee lo siguiente. Bueno, imagínate que lo que Segismundo pensó no es tan loco como parece. Casi al mismo tiempo, en 1637, un filósofo francés, René Descartes, se preguntó lo mismo: ¿cómo podemos estar seguros de que esto no es un sueño? Si tantas veces hemos soñado que estamos aquí, frente al computador, hablando de filosofía, ¿cómo sé que esta vez no es también un sueño? Y muchos años después, en 1999, salió la película Matrix, en la que todos estamos dormidos, conectados a unas máquinas, y esto que llamamos “la realidad” es una simulación que nos hacen ver esas máquinas. Un poco distinto el contexto histórico, pero la idea es la misma. Otro filósofo estadounidense, Hilary Putnam, se preguntó cómo podríamos saber que no somos cerebros, sin el resto del cuerpo, puestos en baldes o cubetas, conectados a computadores que nos hacen ver y oler y sentir esta realidad. Paso 2. Considera lo siguiente. Como puedes ver, hay una pregunta que ha inquietado a muchas personas (no solo filósofos) durante mucho tiempo: ¿Cómo podemos saber si todo esto es real? Esta vez tu trabajo será individual al principio, y consiste en pensar cómo harías tú esa misma pregunta.
Luego, si estás trabajando en equipo, reúnete con las otras personas para compartir con ellas tu pregunta y tus respuestas y oír las de ellas. La tarea en común es la siguiente:
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